La palabra omnicanalidad ya está en nuestro día a día y ya toca poner unas buenas bases para entenderla en toda su extensión.

En demasiadas ocasiones se piensa para ser omnicanal basta con tener tiendas físicas y una tienda online, pero hay mucho más.

Cada vez hay más canales de ventas y entre ellos más redes sociales desde las que vender. No puedes caer en el error de olvidarnos de ellas ya que pueden abrirte las puertas a nuevos consumidores y nuevas oportunidades de crecimiento.

Pero atención con confundir multicanalidad con omnicanalidad.

¿Qué es la omnicanalidad?

La omnicanalidad consiste en conectar todos tus canales de venta para que funcionen como un engranaje de reloj suizo. Todas las piezas tienen que encajar y trabajar juntas para entregarle una experiencia de compra fluída y coherente a tus clientes.

Tienes UNA estrategia de ventas y la afrontas en TODOS tus canales de ventas de manera conjunta respondiendo a las necesidades concretas de cada canal.

Está claro que no es lo mismo vender en una tienda física, en una tienda online o en las redes sociales pero al unificar tu estrategia adaptándola a cada uno de los canales los consumidores no notarán diferencias. Notarán tu identidad de marca en cada una de ellas y se sentirán más libres de comprar indistintamente en cualquiera de tus canales dependiendo de sus necesidades específicas.

Los pasos hacia la omnicanalidad

Pasar de la multicanalidad a la omnicanalidad es un proceso, es un viaje que te hará volver a conectar con tus propios valores y puede que te inspire para nuevos servicios o productos.

El primer paso – lo obvio

Necesitas tener más de un canal de ventas y querer unificarlos.

El segundo paso – mira hacia adentro

Tienes varios canales de venta y los quieres unificar pero tienes que saber muy bien cómo funcionan y cómo interaccionan entre ellos.

Querer es poder pero si tu empresa ha ido creciendo a medida de los acontecimientos es muy probable que haya procesos que se pueden mejorar, ahora es el momento de observar y entender cómo funcionas por dentro.

El tercer paso – mira hacia afuera

Cuando te conoces y eres consciente de tus puntos fuertes (sin olvidar de aquellos detalles que habría que mejorar) llega el momento de mirar hacia afuera. De poner el foco en tus clientes.

Recuerda que todo esto no lo haces solo por ti, sino principalmente por tus clientes y también necesitarás conectar con ellos para que la estrategia sea un éxito.

El último paso – a por todas

Te conoces a tus clientes y es el momento de llevar tu negocio a la omnicanalidad.

Escoge bien a tu compañero de viaje, alguien que te acompañe y te guíe a lo largo del proceso para que puedas sacarle el máximo provecho. Alguien que haya estado en tu lugar y conozca bien las peculiaridades de tu sector. ¿Sabías que venimos del retail? Así, por si acaso no te acordabas.

¿Cómo funciona?

Recuerda que todo esto no lo haces solo por ti, sino principalmente por tus clientes

Los beneficios de la omnicanalidad

La omnicanalidad te permite tener una visión de tu negocio y de tus ventas a 360º y sus beneficios no se limitan a ofrecerle una buena experiencia de compra a tu cliente.

  • Productividad

Tendrás el control total de tu stock. Sabrás en todo momento qué se vende mejor en cada lugar tanto a nivel canal como a nivel ciudad o incluso barrio.

Este conocimiento es clave para ahorrar costes de producción, evitar roturas de stock, mejorar la rotación de producto en tienda y a reducir al máximo el stock acumulado.

  • Agilidad

No hace falta que llegue una pandemia para demostrarte la agilidad que tiene conectar eficientemente todos tus canales de venta.

A veces la diferencia la marca algo tan simple como poder seguir vendiendo aunque la tienda está cerrada por vacaciones, por festivos nacionales, por enfermedad, reformas…

  • Confianza

Una buena organización siempre transmite confianza. Con una buena estrategia omnicanal sabrás qué ofrecerle a tus clientes en todo momento y no tendrán la sensación de que les quieres vender cualquier cosa simplemente para aumentar su ticket de compra, pasa del vender al leerles la mente.

¿Cómo se consigue?

Con una buena plataforma. Así de fácil.

Analizar los datos de tu tienda online es fácil, el verdadero reto de la omnicanalidad está en las tiendas físicas y sobre todo en unificarlos en torno a lo más importante, tus clientes.

Necesitas una plataforma que entienda las necesidades de tus tiendas físicas y sepa integrarlas en una estrategia global conectando todos tus canales y permitiéndote analizar los datos en tiempo real. Y MUY IMPORTANTE, que no se quede sólo en esto, sino que permita crear servicios, propuestas y beneficios exclusivos para distintos perfiles de cliente, que puedan usar de idéntica forma en cualquiera de tus canales de venta.

El cliente escapa de la confusión: este cupón descuento funciona en online pero no en tienda, la tarjeta regalo en tienda va con un email y en online con un código de 10 dígitos, los tickets de tienda no los puedo consultar como los online y así podríamos seguir con fricciones y más fricciones. El cliente busca una experiencia de compra, personalizada, ágil e idéntica compre en el canal que compre. Esto es OMNICANALIDAD, esto es TRANSFORMACIÓN y esto es DIFERENCIACIÓN.

¿Cómo funciona?

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El equipo Wapping

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